2008/10/03

Los nuevos chicos

¿Está cambiando buena parte de nuestro público? Esto fue lo que me preguntó Poli anoche, mientras tomabamos unas copas y mirabamos el diseño de la entrada que Rocambole a boceteado para la presentación de Oktubre en Palladium, con voz meliflua e ironizando cierta petulancia de pertenencia como si a traves de ese rasgos de humildad querría dejar en claro que no somos los padres ni los dueños exclusivos de ninguna grey. Tarde en contestarle dandole vueltas al hielo de mi wiskey. Esta en lo cierto Poli. Yo particularmente veo muchas caras nuevas y tambien, en menor medida, muchas caras que ya no están que poco a poco han ido desapareciendo del otro lado del escenario como si la inclemencia de una nueva era geologica los hubiera tomado sin la adaptación necesaria para sobrevivir en estos nuevos climas.
Desde siempre Poli es una gran escrutadora de mesnadas humanas. Sus ojos cuentan, pesan, radiografian y controlan desde los más pequeños a los más grandes flujos humanos con una capacidad asombrosa en su exactitud. Por ejemplo con una mirada desde la vereda de enfrente a la mesa de un bar puede decirte que en tal mesa, en la del fondo la más proxima al baño de damas, están transando pepas un chongo y dos trolas o descifrar que en el acto de Cafiero en Atlanta había tantos barras de Boca, tantos de Chacarita y tantos de Chicago. No suele fallar. Todos nos reimos mucho cuando afirma con extrema severidad que aquella noche en lo del Polaco en Salta la concurrencia ascendia a dieciocho parroquianos, un gato y dos milicos infiltrados.
Yo a decir verdad he perdido un poco la cuenta. En un momento cuando eramos pocos los que asistíamos a las dionisiacas celebraciones en torno a Patricio Rey, podía, sin exagerar, hasta recordar el rostro de cada uno de los presentes, contabilizarlos, registrar nombre apellido y apodo como si se tratara de un viejo puñado de amigos que se reunen en torno a un asado previamente organizado pero esto ya se ha vuelto imposible, además nos hemos habituado a permanecer casi todo el tiempo antes del show dentro de los camarines , aportando cada vez menos en la barra de los boliches por los que tocamos. No se bien todavía por que sistemáticamente nos encerramos a hacer la previa en los camarines muchas veces improvisados, creo que es como si quisieramos preservar algo de misterio ante la nueva gente que nos viene a ver.
Salvo desde arriba del escenario cuando salgo a cantar yo veo muy poco a la gente. Se que muchos viejitos nos siguen viniendo a ver, son ellos los que golpean insistentemente la puerta de los camarines, aquellos próceres que nos acompañan desde los Lozanazos, la épica caterva no nos abandona, pero también hemos sumado a un montón de pibes nuevos, seguidores de Sumo, me dicen, que sobre todo a traves del boca en boca van llegando cada vez con más frecuencia y en mayor número a nuestros recitales. ¿Verán en nosotros algo del complot contracultural que de alguna forma comenzó a urdir el Tano, en su fugaz pero contundente paso por la Argentina?
Suelen ser tipos jóvenes que curten buen rocanrrol. Susceptibles se podría decir a cierta experimentación poética sin llegar ser los lectores desquiciados como los amigos de la vieja caterva, sino que todo su bagaje literario con el cual se alimentan surge de las letras de las canciones rock que en algún lugar han visto traducidas y que con fortuna han ido incorporando a su imaginario. The Doors, The Clash, Hendrix, Marley, ese palo. Muchos suelen venir de lejos, de los distintos barrios del conurbano, lugares donde historicamente a imperado el rock duro desde Manal a Riff. También hay en torno a Patricio Rey un club de marginetas incondicional. Transeros, chorros, maricas y asesinos. Record de prontuariados- bromea Poli. Esto es culpa de Enrique le digo siguiendo la broma. Yo solo canto para dandys exquisitos y morochas puro Keruac.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fabulous, what a webpage it is! This blog presents valuable data to us, keep it
up.

Feel free to visit my website; coolsculpting