2009/02/04

Faisanes

La tarde extingue sus últimas luces. En pocos segundos como si alguien tuviera el control total de una vasta escenografía todo pasara a ser negrura en el cielo. Le pregunto a Skay si el bonsai que se posa sobre la mesa es un ciruelo. Me concentro en la diminuta y redonda sombra que el arbolito da sobre la mesa. Hace unos minutos en plena efervescencia del reencuentro puesto que hacía más de un mes que no nos veíamos, Poli acercó a la mesa un frasco con aceitunas azules rellenas de salmón. Después de una vuelta de excelentes Blood Mary servidos por Poli, es ella misma la que me trae sonriente unos papeles abrochados. Son las estadísticas de ventas de los últimos dos años. “La Mosca y la sopa” es el más vendido por la obvia razón de ser la novedad. Los discos anteriores han superado ampliamente las cifras de las primeras tiradas. Skay con una mueca de goma me dice que es increíble que Gulp haya alcanzado las mismas cifras que Stheel Whels o que Oktubre haya agotado cuatro veces en el año su tirada. Todo esto nos produce una leve excitación que intento contener, más que nada para matar lo que esto tiene de específico con la guita, el peligroso universo de lo pecuniario. Recito un haiku de Basho que ridiculiza los éxitos de un emperador comparándolos con cohetes que estallan en una noche de juerga. Igual nos cuesta desprendernos de ciertas electricidades propias de los logros obtenidos. De excitadas pirotecnias que recorren nuestra piel. Parece, la gran siete, que el metabolismo entero cambiara sus ritmos y sus aceleraciones cuando las cosas van acomodando, digamos positivamente. Me quedo pensando en esto mientras siento una titilante vibración en todo el cuerpo. Skay trae los faisanes y el champagne. Tenemos más sed que hambre. Las botellas verdes se acaban con rapidez. Comienzan a convertirse en música nuestras risas, estamos felices. Eso da lugar a que gastemos bromas de todo tipo. Patricio Rey es el blanco de los más victriólicos chascarrillos. Skay lo sitúa en la cabecera de la mesa, le sirve una copa de champagne y refunfuñando con mucha gracia le dice que ha oído sucesivos rumores de que los Divididos han hecho ofertas por su alma. ¿Cuánto cuesta el alma de Patricio Rey? Skay pone una voz realmente diabólica. Se comenta por los pasillos que el mismo Ricardo Mollo ha ofrecido su alma al diablo a cambio de que Usted Señor Rey se traslade de los Redonditos a Divididos. La noche no parece agotarse nunca.

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